Daniel Lee. © Bottega Veneta.
El pasado jueves la industria de la moda nos sacudía con dos noticias de última hora del todo inesperadas: por la mañana, Tomas Maier abandonaba Bottega Veneta tras 17 años en la firma italiana; y se anunciaba que el conglomerado catalán Puig había comprado una parte mayoritaria del hasta entonces independiente diseñador belga Dries Van Noten por la tarde, que seguirá en la empresa como director creativo y presidente del consejo de accionistas. Se rumoreaba –no sin un hilo de emoción en la voz– que Phoebe Philo y la casa italiana ya habrían iniciado conversaciones. Y la idea no tardó en calar ya que –en palabras de Vogue– “la aproximación conceptual, artística y funcional a partes iguales de Philo parecía el perfecto revulsivo para una marca que quiere seguir avanzando”. Sin embargo, a la mañana siguiente Daniel Lee sería nombrado nuevo director creativo de la firma, en funciones a partir de la primera jornada de julio. ¿Y quién demonios es Daniel Lee?, os estaréis preguntando. Lógico.
Todas las imágenes parte de la colección femenina de prêt-à-porter A/W 2018 de Céline. © Vogue Paris.
El diseñador británico es, para empezar, graduado de la célebre Central Saint Martins de Londres. Y, de hecho, comparte también un vínculo directo con Philo: su cargo más reciente fue como director de prêt-à-porter en Céline, firma a la que se unió en 2012 para trabajar junto a la rompedora diseñadora. Aún así, ha trabajado también para Maison Margiela, Balenciaga y Donna Karan, y su experiencia en el mundo de la moda es –a la pronta edad de 32 años– bastante considerable. “La singularidad de su visión inspirada en un enfoque creativo muy personal me convenció de que era el más capacitado para abrir un nuevo capítulo en la historia de la casa. Su trabajo se caracteriza por un gran rigor, un dominio de la experiencia del estudio, una verdadera pasión por los materiales y una energía que no puedo esperar a ver tomar forma en Bottega Veneta”, subrayaba a propósito de la buena nueva François-Henri Pinault, presidente del conglomerado de marcas de lujo propietario de la firma, Kering.
A su turno, el CEO de Bottega Veneta Claus Dietrich Lahrs afirmaba que Daniel Lee “tiene un profundo conocimiento de los desafíos actuales de la casa en términos de creación y desarrollo” y que “brindará a Bottega Veneta un nuevo y distintivo lenguaje”. Sin lugar a dudas, la frescura derivada de la juventud y la visión creativa de Lee parecen llegar en un momento en que la marca, que ha cultivado el nuevo estandarte del lujo desde su fundación en 1966, estaba sedienta de cambios. Y aunque el nuevo director creativo de la firma pretende mantener los códigos de artesanía, calidad y sofisticación arraigados durante tantos años a la casa, su objetivo es evolucionar su pasado para crear una nueva visión creativa más moderna de ésta.
Bottega Veneta se ha caracterizado hasta ahora por defender una filosofía que encapsula a la perfección el espíritu y la forma de vivir italianas, sustentada por cuatro pilares principales: una artesanía superior, un diseño atemporal e innovador, una funcionalidad contemporánea y materiales de máxima calidad. Su concepto de individualidad abarca ahora una gama de productos muy completa, desde las colecciones para hombre y mujer hasta bolsos y pequeños artículos de cuero, pasando por joyas, fragancias, gafas… Y hasta muebles. Aún está por ver qué hará Lee con esta excepcional oportunidad y con el extraordinario legado de Maier, el hombre que elevó la marca al terreno del lujo y la posicionó –no está de más decirlo– como una de las firmas italianas de mayor crecimiento, únicamente sobrepasada por Gucci, hasta 2015. Y si logrará, a su debido tiempo, hacerse un nombre en la industria y ganarse un lugar en la historia de la moda. Pero está claro que Kering reafirma con este movimiento su confianza en los talentos emergentes y en nuevas estrategias de atrevida creatividad. Desde aquí, no podemos hacer otra cosa que aplaudirlo.