
La moda es rotundamente nostálgica, siempre nos retrocede a un momento en el tiempo, pero la última tendencia o micro- tendencia ya la conocemos, pues la calzamos los primeros años de nuestra vida. Es el babycore o kidcore, una manera de vestir que imita la ropa infantil a partir de patrones cómodos, relajados y, cómo no, llamativos a base de colores primarios y cartoonprints.
Todo empezó con el ciervo de bambi cuando Givenchy lo propuso para el O/I de 2013. Pronto editoras de moda como Anna dello Russo o Carine Roitfeld se dejaron fotografiar con la sudadera y empezó la oleada que ha rescatado dibujos y personajes de la infancia.

Tras el ciervo de Disney llegó la propuesta más divertida de Moschino. Conocido por su creatividad e imaginación, Jeremy Scott propuso para el O/I 14-15 vestirnos del personaje Bob Esponja y desafiar a los límites que conlleva la edad adulta. Pronto Jeremy Scott se convirtió en precursor de esta tendencia que se empeña en vestirnos como niños y querinde homenaje a la cultura pop más colorista. Y este Otoño/ Invierno sigue fiel a la estética kidcore. De ahí la propuesta para hombre en la que, rompiendo clichés, predomina el rosa chicle y no faltan los osos de peluche.

A Moschino se le suman una ola de marcas que han presentado colecciones coloristas que hacen un guiño a nuestra niñez. Ejemplo de ello lo encontramos en las propuestas de Red Valentino, Jacquemus, Rachel Antonoff, Meadham Kirchhoff, Agi & Sam, KriziaRobustella o Mira Mikati, entre otras.

El término kidcore fue acuñado por Matt Star, no es un editor de moda ni un coolhunter, sino un chico corriente que, junto a su amigo y diseñador Bryn Taubensee, decidieron aumentar el tamaño de su ropa de infancia y crear la colección “Babycore”. Se basa en patrones muy cómodos y uso de los colores primarios para crear ropa de bebé en adultos. Según esta iniciativa, demostraban al mundo como una idea se convierte en tendencia y es reproducida por los medios especializados rápidamente, ansiosos de hallar la última moda que empieza a originarse. Razón no le vamos a sacar, pero Matt no contaba con que quizás esa idea vino, precisamente por algún estímulo que debió percibir en una revista o un medio, pues Karl Lagerfeld, Jeremy Scott o la cultura japonesa le llevan años de ventaja. Y no es por hacer el papel de Miranda Priestly.

El Kawaii japonés
La moda japonesa va años por delante, algo que nadie discute, pues es arriesgada y tremendamente original. Una de las palabras en moda y estética japonesa más sonadas es, precisamente, el término kawaii que significa algo así como “mono” o “cute”. Una palabra que se asocia en muchos ámbitos la cultura nipona y, en moda, subculturas urbanas como las Decora ya hace años que pusieron en práctica la tendencia Kidcore pero exagerando su estilo al extremo: usan zapatillas con peluches, decoran sus pelos con muchos clips y accesorios e incluso se “adornan” la cara con pegatinas y adhesivos. Esta tendencia empezó a emerger en los Hotspots, principales centros de creación de tendencias de Tokio, en 2000 y tuvo su boom en 2005.
Ahora, occidente abraza esta tendencia de la cultura juvenil apta para adultos que da razón a la frase del novelista estadounidense Joseph Heller “cuando crezca quiero ser un niño”.
Fotos vía: Mujer Trend, Tokio Fashion, Trendhunter, Glamour y Fashioncow.
