Que la moda y la religión se han influenciado desde tiempos inmemorables es una cosa bien sabida por la mayoría. Han sido muchos los diseñadores que han hecho de la religión una referencia constante en su trabajo. A la vez, la indumentaria y la vestimenta litúrgica se han convertido en elementos clave en la expresión de las prácticas devocionales y tradicionales del catolicismo. Para confirmar esta influencia, el Vaticano, Condé Nast, y Versace –cuya directora creativa, Donatella, será una de las anfitrionas de la gala del MET de este año, junto a Rihanna y Amal Clooney– se han aliado más que nunca para mostrar esta influencia católica con la exposición Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination (Cuerpos celestiales: La moda y la Imaginación Católica), en la que el Vaticano cederá cerca de cuarenta obras eclesiásticas al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. La inauguración de la exposición se celebrará en la prestigiosa gala del MET, y se podrá visitar a partir del 10 de mayo y hasta el 8 de octubre de este mismo año en la ciudad americana.
Parte del desfile F/W 2013 de Dolce & Gabbana. © metro.co.uk.
Según medios italianos, parece ser que la iniciativa de esta unión surgió del Vaticano, específicamente del presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi. En la presentación no faltó Anna Wintour como máxima representante de Condé Nast, y la firma Versace con Donatella Versace como representante máxima de su firma. La exclusividad de la exposición reside en que esta será la primera vez que algunas de las joyas más importantes del Vaticano, provenientes de la sacristía de la Capilla Sixtina, serán presentadas fuera de la Santa Sede. Entre los elementos expuestos encontraremos distintos accesorios usados por más de quince papalotes como anillos papales y coronas usadas por varios papas de los siglos XVIII y XIX.
Una de las impresionantes piezas que se exhibirán en la nueva muestra, la tiara de Pius IX (1846–78). © The Metropolitan Museum of Art, por Katerina Jebb.
En la presentación, los asistentes pudieron disfrutar de una pequeña muestra de las piezas que serán expuestas: una capa de seda bordada con hilo de oro que alguna vez perteneció al papa Benedicto XV, y una mitra –el sombrero puntiagudo que usan los obispos– embellecida con esmeraldas, zafiros y diamantes del papa León XIII. El comisario de la exposición Andrew Bolton comentó a Associated Press: «Algunos considerarían la moda un medio inadecuado o poco apropiado mediante el cual involucrarse con ideas de lo sagrado o de lo divino, pero el vestido es básico para cualquier debate sobre religión. Afirma lealtades religiosas y, por extensión, afirma diferencias religiosas”. Junto con los tesoros papales podremos apreciar diseños exclusivos de grandes diseñadores como Azzedine Alaïa, Valentino, Christian Lacroix, Chanel o Vivienne Westwood, acompañadas por algunas piezas medievales con influencias religiosas. Los organizadores de la exposición afirman que será una peregrinación que mezclará moda, fe y arte. Peregrinemos, pues.