© Todas las imágenes por cortesía de Agustín Kong.
Agustín Bonifacio Guillén –más conocido bajo el pseudónimo de Agustín Kong– empezó a escribir cuentos cuando era un niño. Años más tarde, sin quererlo ni beberlo, se acabaría adentrando en el mundo de la moda en el lugar y el momento adecuados, y seguiría escribiendo como bloguero en HOLA.com, de la mano de su blog Hong Kong Blues. Pero todo cambia, nada permanece, incluso el reinado del egoblogger (lo escribe él mismo). Y por eso ahora Kong ha decidido cambiar los eventos por la pluma y lanzarse a la aventura de publicar su primer libro: BARCELOBA: Leaving la vida blogger. Además, Agustín sigue trabajando en un hospital de tercer nivel, dando clases en la universidad y manteniendo su blog. Hablamos hoy con él sobre su obra, una sociedad intoxicada por las redes, el fin del reinado de la era blogger y el peligro del culto a la fama.
BARCELOBA es una novela de ficción. Sin embargo, recuerda a una biografía. ¿En qué te inspiraste para escribirla?
Sí, quería que pareciera una biografía, que te pudieras meter en la mente del personaje en tiempo real, que acompañaras a Eva (BARCELOBA) en sus aventuras y reflexiones a la vez que ella. Me inspiré en mujeres que admiro, que toman las riendas de su vida en el mundo real y virtual, y le regalé algunas de mis anécdotas.
Parece que tuviste la novela colgando en el telar durante algún tiempo. ¿Cuándo y por qué te decidiste finalmente a publicarla? ¿Había algo que te echara para atrás?
El origen de BARCELOBA es un antiguo texto titulado Pares e Impares que decidí modificar para que el personaje representara el símbolo de nuestros tiempos: LA INFLUENCER. También es cierto que tardó en ver la luz porque la primera editorial quería que mi protagonista practicara menos sexo y les respondí: “Lo siento, pero mis amigas tienen sexo con quien quieren, cuando quieren y como quieren”. Afortunadamente surgió otra editorial que tuvo menos problemas con que las mujeres lo practiquen cuando deseen.
Además de mantener tu blog “Hong Kong Blues” en HOLA.com trabajas en un hospital de tercer nivel y das clases en la universidad. ¿Cómo es posible compaginar tres profesiones tan diferentes?
Respuesta fácil: no tengo hijos. Por otro lado, creo firmemente en que debemos desarrollar todas nuestras facetas. A mí me va fenomenal hacer cosas tan diversas para que una compense a la otra. Un exceso de frivolidad sería malo, pero uno de cruda realidad también. Aunque, sobre todo, me considero escritor y comunicador.
BARCELOBA es también una reflexión irónica y un retrato ácido de la sociedad intoxicada por las redes sociales en la que vivimos. Al final del libro se hace evidente: “No sé qué pensaría Warhol, pero el culto a la fama está fuera de control”. ¿Hemos perdido definitivamente el norte por nuestra necesidad enfermiza de aparentar?
Sí. He ido a eventos donde algunos personajes aparentaban una vida fabulosa y lujosa, y yo sabía que no tenían nada en la nevera, o que se habían colado. Que haya muertes por selfie en lugares peligrosos o suicidios –o intentos de suicidio– por efecto de las redes sociales es un claro síntoma de enfermedad social.
Que haya muertes por selfie en lugares peligrosos o suicidios –o intentos de suicidio– por efecto de las redes sociales es un claro síntoma de enfermedad social.
En definitiva… ¿Somos todos un fraude?
Sólo si nos creemos ciegamente lo que aparece en las redes sociales. Actualmente, todos intentamos construir una especie de micro-famas controladas que nos reporten desde admiración o apoyo a contratos; no olvidemos que los K en las redes están sirviendo para desfilar, obtener papeles en películas o publicar libros (en ocasiones sin que las empresas contrasten si se tratan de seguidores reales o falsos). Al final, lo que intentamos es mostrar una versión idealizada de nuestra vida o nuestro cuerpo, lo cual no es malo per se. Si somos conscientes de eso y a la vez valoramos en la vida real a la gente que queremos por cómo son, o nuestra vida por lo que es –sin que eso implique dejar de soñar–, todo está bien.
Parece que la era de los blogs se ha ido quedando cada vez más atrás y está siendo relegada por el boom de los influencers. ¿Ha llegado el momento de decir adiós a los bloggers?
El mundo blogger ha cambiado, y me gusta pensar que los que quedamos es porque aportamos algún contenido cuidado, de calidad. A mí me encantan los blogs de opinión fundamentada o de humor inteligente, sobre todo los bien escritos, que no dan patadas al diccionario. La fiebre blogger (o el influencer bloguero) actualmente ha sido sustituida por la instagramer y, sobre todo, por la youtuber.
El mundo blogger ha cambiado, y me gusta pensar que los que quedamos es porque aportamos algún contenido cuidado, de calidad.
¿Cómo crees que serán los influencers del futuro?
Me gustaría pensar que los influencers que permanecerán serán aquellos que realmente dominen temas en concreto, y que aporten algo más que carisma o belleza. De hecho ya estamos viendo cómo algunos influencers que sólo tenían fachada y actuaban como un poste publicitario se están quedando por el camino.
¿Alguna última moraleja que tengamos que aprender de la historia de BARCELOBA?
El otro día, en la radio, me preguntaron si BARCELOBA era feliz. Yo respondí que sí, que la protagonista sabe que desea y merece serlo, y que por eso decide dar un cambio valiente a su vida. Pienso que todos debemos tener la actitud de ser felices y dirigir nuestras vidas.