El último fin de semana de noviembre Barcelona celebraba la primera edición de Congreso profesional del Re-Barcelona, un nuevo evento sobre moda sostenible impulsado por la Asociación de Moda Sostenible junto al apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y el FAD (Fomento de las Artes Decorativas) que busca convertir la ciudad condal en referente en el sur de Europa sobre esta materia. No será fácil competir con el Copenhagen Fashion Summit, un evento que lleva desde 2009 trazando la hoja de ruta para las empresas del sector y que reúne cada mes de mayo a los pesos pesados de la moda y la sostenibilidad.
La primera edición estuvo cargada de buenas intenciones y trazó una topografía interesante sobre la sostenibilidad y su futuro en la industria de la moda. La presencia de referentes como Marie-Claire Daveu, la jefa de sostenibilidad del Grupo Kering, Carolina Álvarez Osorio, la directora de marketing de Ecoalf o la activista Sarah K.Arnold, mostraron esta voluntad de ofrecer una riqueza de puntos de vista sobre el impacto de la moda en el medioambiente. Cada uno de los ponentes aportó miradas interesantes y complementarias que demostraron la complejidad del sistema de la moda y la urgencia de integrar la sostenibilidad en todo el proceso. Se notó el esfuerzo de la organización, integrada por voluntarios de la Asociación de Moda Sostenible, para generar un evento profesional con vocación internacional.
Con este primer esbozo, toca ya empezar a trabajar en el próximo evento para lograr mayor atención mediática, mayor asistencia de público y un mayor número de alianzas y colaboraciones con empresas del sector. Re-Barcelona no ha hecho más que empezar, y se le espera larga vida a un evento muy necesario. Desde itfashion.com no nos lo quisimos perder. A continuación compartimos para vosotros un pequeño resumen de cada una de las ponencias para todos aquellos que no pudisteis asistir.
“La sostenibilidad estimula la creatividad y la innovación”, Marie-Claire Daveu
Marie-Claire Daveu, jefa de sostenibilidad y responsable de asuntos internacionales del grupo Kering.
El grupo Kering, propietario de enseñas como Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta o Balenciaga ha sido pionero en la introducción de la sostenibilidad dentro del mundo del lujo. Y lo ha sido gracias a una marca que ya no está en su catálogo: Stella McCartney. La inglesa fue la primera que se atrevió introducir e integrar el concepto de eco-diseño y sostenibilidad en el ADN de una marca de lujo. Al principio su posicionamiento fue mirado con recelo, pero poco a poco demostró que es posible y necesario repensar los viejos hábitos.
La intervención de veinte minutos de Daveu supo a poco, pero fue suficiente para demostrar como la sostenibilidad es un activo que va más allá de la ética. Parafraseando a su jefe François Pinault, señaló que la sostenibilidad “estimula la creatividad y la innovación”. No se olvidó de mencionar el “Pacto de la Moda” impulsado desde Kering con la firma de grandes grupos y marcas de la moda después del llamamiento de Pinault en el Copenhagen Fashion Summit. Un pacto a priori necesario, pero no visto con buenos ojos por todo el mundo. Para Daveu es algo histórico: “No podemos actuar solos, aunque seamos una gran compañía. Hace tiempo que decidimos que nuestras mejores prácticas serían abiertas a todos. Necesitamos trabajar juntos, entre marcas y sectores” , expuso.
Daveu puso la mirada en la cadena de suministro: “el 90% de nuestra actividad está relacionada con esta cadena”. Es ahora donde están centrando todos sus esfuerzos: mejorando procesos de tintes, substituyendo materiales tóxicos por otros más inocuos, controlando los procesos, formando a los proveedores para que vean que es una ventaja competitiva para ellos el integrar la sostenibilidad. La periodista y responsable de contenidos Noelia Collado que la entrevistó delante de la audiencia no quiso irse sin hacer LA PREGUNTA: “¿Cuánto tiempo tenemos para cambiar el modelo de negocio?”: “No quiero ser pesimista. Pero si tengo que ser sincera, según los reportes científicos no tenemos más de diez años. Hay que encontrar innovaciones disruptivas y aplicarlas a gran escala. Tienes que ser sostenible pero al mismo tiempo, como marca de lujo, tenemos que poder garantizar los máximos estándares de calidad. Incorporar toda la cadena de proveedores es el gran desafío. Tenemos soluciones técnicas pero no el cien por cien de las soluciones éticas”.
Daveu reconoció la responsabilidad que tiene Kering y empresas como la suya para solucionar esta problemática urgente, pero no pueden hacerlo solos: “Hay que involucrar a todo el mundo. Pero lo más importante son los ciudadanos, los clientes, los empleados…no hay soluciones mágicas. Es responsabilidad del cliente empujar a las marcas y los gobiernos. También es responsabilidad de los medios. No hay malos y buenos. Si queremos sobrevivir, esto es responsabilidad de todos”.
Para terminar explicó un proyecto piloto ligado con el Upcycling en el que se está trabajando desde la compañía: “Es un viaje largo, ya que hay que ver como integrar la idea de recuperar lo que sobra sin destruir la reputación e la marca”. Y en este nuevo escenario, el apoyo de los diseñadores es también clave.
“Es necesario modificar el proceso de diseño y las estrategias creativas” Aldo Sollazzo
Aldo Sollazzo, responsable de Noumena
Aldo Sollazzo, responsable del estudio de investigación Noumena en nuevos materiales y tecnologías, abrió un mundo de posibilidades para la industria de la moda ante nuestros ojos. Fue un viaje que se hizo corto pero que aportó esperanza y que anticipó el cambio de paradigma que le espera a una industria que ha estado funcionando igual durante décadas: “La industria de la moda funciona igual que hace muchos años: la parte del diseño y de la producción están separadas”. En los proyectos de futuro de Sollazzo, diseño y producción se unen para ofrecer formas alternativas y respetuosas de producción gracias a la investigación en nuevos materiales.
Sollazzo compartió su proyecto RESHAPE, un evento anual en el que se reta, a través de un concurso, a dialogar y reflexionar sobre el futuro de la tecnología y la moda. En estos proyectos vanguardistas, la fabricación ocurre al mismo tiempo que se define la estética, y los equipos son interdisciplinares para poder abordar este nuevo paradigma. De la colección de hallazgos que compartió, resultó muy interesante el tejido CO2PURE en el que están trabajando: se trata te un material que no sólo no contamina, sino que purifica el aire. Y es que el futuro de la sostenibilidad ya no tiene que ver con un impacto 0, sino con REGENERAR.
“El mayor problema surge cuando hay que adaptar los procesos que tienen éxito en el laboratorio en la industria” Manel Subirats
Manel Subirats, GreenDyes
El caso de éxito de GreenDyes aportó una visión desde dentro de la industria y de como a veces es necesario abrir la mente para hacer posible el cambio. Esta empresa de tintes ha dado con un sistema que permite utilizar tintes libres de tóxicos. Su responsable compartió la dificultad que ha supuesto poder implementar el sistema a una industria en la que existe una maquinaria muy diversa: “A veces es fácil encontrar la solución, pero difícil aplicarla a la industria. Si tienes una propuesta muy sostenible pero esto implica cambiar toda tu maquinaria, se convierte en inviable. En la industria hay muchos procesos, muy diferentes entre sí, y hay que ser capaz de adaptar la solución a cada uno de los procesos”.
“Soñemos con una industria textil en la que haya más deseo para el producto, como en la industria del vino”. François-Ghislain Morillion
Mesa redonda: el futuro de los tejidos
El fundador y CEO de Veja, François-Ghislain Morillion, el manager general de la tejeduría Ezio Ghiringhelli Spa, Franco Ghiringhelli, la profesora de la UPC, Diana Cayuela, el investigador textil de Eurecat, Petar Jovancic conversaron sobre el futuro de los tejidos en la industria.
El responsable de VEJA, señaló que el 90% del impacto de una marca lo generan los materiales. Desde sus inicios, la firma de zapatillas ecológicas VEJA, tuvo la voluntad de crear una producto que respetara el entorno y la gente: “todo empieza por el diseño y el deseo de un producto”. Un largo camino y un largo aprendizaje: “la primera producción de 2004 fue de 5000 pares. Ahora producimos más de un millón cada temporada. La escala es más industrial pero mantenemos el acercamiento romántico”. Resulta muy interesante la honestidad de esta marca que siempre pone encima de la mesa la dificultad de generar un producto sostenible: “Hay que aceptar la complejidad. No es fácil hacer crecer algodón orgánico”. Así mismo señaló la importancia de perder el miedo:”Tenemos que ser más locos. Y estar abiertos al plátano, la lana…se están probando cosas increíbles. Hay gente rompiendo barreras. Si sueño, veo la imagen de la industria del vino. Cuando bebes vino, te preocupas de donde viene, qué tipo de uva es, cómo ha sido el proceso…” Así que invitó a soñar en una industria textil en la que se viva la materia prima, el proceso y el producto final con la misma pasión y exigencia que se tiene con la industria del vino: “Necesitamos más deseo hacia el producto”.
Ezio, por su parte, habló de la importancia de la trazabilidad: “No hay sostenibilidad sin trazabilidad” y señaló el textil como futuro de la industria de la moda: “Tenemos un gran reto pero estamos caminando hacia la dirección adecuada. Hay más sensibilidad hacia los materiales. Es necesario que estas cosas sean visibles para el consumidor final. Sus elecciones serán la fuerza que empuje a la industria”. Desde los laboratorios, Jovancic, habló de la necesidad de romper la dictadura del algodón y el poliéster en la industria textil. Apuntó el potencial de los biopolímeros, aunque todavía no están a punto para su introducción en la industria: “Siempre he estado muy en contra de las fibras sintéticas. Siempre he trabajado con fibras naturales y estoy muy contento de ver que la industria se mueve hacia la moda sostenible. Los polímeros biodegradables son la solución”. Cayuela fue la menos optimista de la mesa, sobre todo en cuanto a la dificultad de trasladar buenas ideas a una escala global: “La separación manual es real a pequeña escala, pero a gran escala es complicada”. También señaló la dificultad de una voluntad real para el cambio: “El textil es uno de los problemas e ir a la una es la solución. Me gustaría que fuera así, pero la gente es egoísta. Tenemos que cambiar nuestro modo de vida. Es necesario un cambio de mentalidad”.
“Cada pequeño cambio tendrá un gran impacto social”
Ponencia: la circularidad de la moda. Teoría, realidad o ciencia ficción
La directora de economía circular y sostenibilidad del TecnoCampus de Mataró, Mar Isla, empezó recordándonos que “Cada segundo, un contenedor de ropa llega al vertedero”, para tejer luego un interesante relato sobre los retos del sector y la importancia de las acciones individuales y colectivas. La innovación será la gran aliada para poder lograr los retos de forma simultánea. Señaló a los escandinavos como los trendsetters medioambientales a seguir: “Identifican la moda como actor principal del problema. Por encima de la energía, la comida y el transporte. A raíz de ello, el 90% ha cambiado la forma en la que consumen”. Pero la realidad es que en otros lares, esta preocupación todavía no se ha reflejado en las compras: “Hay falta de información o a veces no hay poder adquisitivo para comprar prendas que son más sostenibles. Otras veces hay barreras tecnológicas o económicas”. Apuntó también a la importancia que adquirirán los bienes de segunda mano. Así mismo reivindicó que las corporaciones tienen que ser “completamente” transparentes, en toda su cadena de valor, y la urgencia de reformular el modelo de la moda rápida, señalando así una oportunidad de mercado para las marcas de moda slow y reponsable: “empresas innovadoras que no pueden competir en precios con las grandes marcas, pero pueden estar en el mercado si cooperan y tienen plataformas compartidas”. Concluyó la necesidad de que los gobiernos entren a regular para establecer unas reglas de juego más justas: “Estas marcas responsables no están compitiendo en un sitio justo”.
“Es necesario tener un buen diseño, pero también buenos valores” Pau Solanilla
Mesa redonda: Nuevos modelos de negocio y modelos en transición
Santí Mallorquí, reponsable de Organic Cotton Colours, Elena Foguet, directora de negocio de Value Retail, Paul Van Zyl, fundador del colectivo Maiyet, y Pau Solanilla, presidente de Reputation Republik, reflexionaron sobre los nuevos modelos de negocio y la voluntad de cambio en la industria.
Maiyet Collective es un proyecto que une hasta 60 marcas de moda sostenible para dotarlas de visibilidad: “Hay una nueva generación de marcas que ponen al usuario al frente y la sostenibilidad en la forma en la que diseñan. Tienen que competir con grandes marcas y construir redes de distribución. No es fácil”. comentó su fundador, Paul Van Zyl, que reflexionó sobre el nuevo consumidor que se avecina, mucho más consciente y exigente: “Vendrá antes de lo que nos pensamos. Solemos reaccionar demasiado tarde”. Foguet, que es quien ha traído a Maiyet a España, habló de la importancia de dar visibilidad a este tipo de iniciativas: “Las marcas están evolucionando porque el consumidor lo está pidiendo. La sostenibilidad empieza en la mente del diseñador” y citó a Nani Marquina, con la que colaboró también en La Roca en el Barcelona Designers Collective: “Ella me decía: “yo diseño para el consumidor. Si lo que hago lo le gusta, no sirve de nada que diseñe”. Ahora los diseñadores diseñan con un punto de vista sostenible, es una gran oportunidad y estamos en un momento diferente que hace diez años. Es lo que nos están pidiendo. Ser sostenible no es un lujo, es un compromiso”.
Santi Mallorquí constató el cambio en un mercado en el que llevan 28 años: “Hoy todo es diferente. Ya tenemos clientes que soportan el coste, por el impacto social, por salvar el planeta, o para clientes con problemas de piel. Estamos en el mercado más que nunca, es una tendencia”. Y aprovechó para presentar su proyecto: “Organic Co-Creation Market”, una plataforma online en la que posibilita a cualquiera que lo desee, a partir con compras compartidas, acceder a las materias primas de su catálogo. Por su parte, remarcó la importancia de frenar el consumo: “Aunque usemos materiales y procesos sostenibles, el nivel de consumo es una locura. Es increíble el gasto que generamos”. EL consultor Pau Solanilla fue el más crítico de la mesa: “La colaboración hoy es una obligación. Lo más importante de una marca es la reputación. Si una parte de la cadena de valor tiene mala reputación, toda la cadena sufre. Hay que ser coherentes. Necesitamos un compromiso real para mantener la reputación”, poniendo encima de la mesa el “GreenWashing”. Y apuntó la necesidad de integrar los cambios rápido, antes de que sea demasiado tarde: “Si no te apuntas a la sostenibilidad, te quedas fuera del mercado, pero es importante que la percepción sea auténtica. El sector necesita moverse rápido, sino podemos perder la conexión emocional con la sociedad. Necesitas tener un buen diseño, pero también unos buenos valores. El mayor reto es mantener un balance de las 3 P: cuidas a la gente, al planeta y los beneficios. Y para ello hay que romper el ciclo de la moda rápida. No es coherente con las 3 PS”.
“Hay que regresar a lo artesanal, a lo único, a lo hecho a medida”. Kavita Parmar
XTANT: Mirar atrás para moverse hacia adelante
La diseñadora Kavita Parmar, responsable de uno de los proyectos pioneros en moda transparente y sostenible: IOU Project, aprovechó la primera edición del Re-Barcelona para presentar su nuevo proyecto: XTANT. Con esta plataforma, Parmar pone a disposición de quien lo desee, los servicios de pequeños artesanos que todavía existen por el mundo, como el colectivo de tejedores hindúes que tejen el madrás de las camisas de su IOU Project. Parmar cree que la industria debe volver a sus orígenes: “A lo artesanal, a lo único, a lo hecho a medida. Hay que repensar la industria”, para volver a dar valor al producto y a los artesanos. Volver a “humanizar” la moda. “Puede ser muy emocionante” relató.
“La moda y la sostenibilidad no son un compromiso, van juntos”. Carolina Álvarez Osorio
ECOALF: Because There’s No Planet B
Carolina Álvarez Osorio, directora de comunicación y marketing de Ecoalf, mostró el caso de éxito de esta marca madrileña que está generando un interés global. De hecho, su lema “There is no Planet B”, es habitual en las manifestaciones contra el cambio climático que se están celebrando alrededor del mundo. La presencia de Osorio y no de un diseñador de la compañía, es toda una declaración de intenciones y demuestra la importancia de integrar la sostenibilidad en el storytelling y el branding de una marca.
Esta firma fundada por Javier Goyeneche – ex- Fun&Basics – se topó en sus inicios en 2013 con una connotación negativa hacia los productos reciclados. El lanzamiento no fue fácil, y llevó 3 años de desarrollo hasta dar con el producto “que queríamos”. Osorio comentó que “la moda y la sostenibilidad no son un compromiso o una elección, van juntos”. Ecoalf va “sobre lo que hacemos y como lo hacemos. Sobre el proceso de diseño. En la etiqueta se explica cómo se ha hecho la prenda”. Para terminar señaló que Ecoalf es la primera marca de moda que se ha convertido en BCORP.
“Crecimiento no quiere decir prosperidad”. Sonia Ruiz
Mesa Redonda: Punto de vista: Redefiniendo el crecimiento
Esta mesa redonda moderada por Elena Salcedo, consultora experta en sostenibilidad, fue una de las más interesantes y que más polémica generó. Kavita Parmar de IOU Project, la profesora sobre estrategia y sostenibilidad de EADA, Federica Massa Saluzzo, Sonia Ruiz, de NOIMA y Manuel Martos de Nextil, dialogaron sobre conceptos como el crecimiento, el decrecimiento y la necesidad de redefinir una economía basada en el crecimiento.
Federica Massa puso encima de la mesa las teorías de Kate Raworth y su “economía de la rosquilla o donut”, que propone una alternativa en forma de círculo a la línea del PIB. Un sistema que busca ser más justo para las personas y el planeta. Manuel Martos de Nextil no veía con malos ojos el crecimiento: “ es una cosa buena, pero tenemos que pedir menos a la naturaleza sin renunciar a él. Es algo humano. La gente siempre quiere más. El debate no es crecer o no crecer, sino usar nuevos recursos. Siempre estamos buscando empresas y mercados que quieren crecer, y el que ahora crece más es el de la sostenibilidad”. En cambio Sonia Ruiz de Noima señaló que “Crecimiento no quiere decir prosperidad. No hay que mirar sólo a los beneficios, también a los propósitos” y mencionó un artículo de The New York Times titulado: “We Need a New Capitalism”. “Hay sectores que no acaban de entender que hay que cambiar de paradigma”.Habló del crecimiento verde y señaló a la empresa Patagonia: “Han decidido no crecer mucho. Ya no hablan de crecimiento, sino de impacto”.
Por su parte Kavita Parmar, volvió a reivindicar el culto a lo pequeño: “Quizá podamos tener una sociedad en lo que lo pequeño sea bonito. Hay negocios pequeños que son sostenibles. Tenemos que parar el crecimiento”, citando al libro “Small is Beautiful” del economista Ernest Friedrich Schumacher.
“Para que el producto pueda reintegrarse, hay que repensar todo el proceso” Marilyn Martínez
Una economía circular para la moda
La charla de la analista senior Marilyn Martinez de Make Fashion Circular de la fundación Ellen MacArthur fue refrescante ya que aportó una pequeña lista de empresas que están trabajando hacia una moda circular, mostrando el camino del futuro de la moda y la diversificación del sector gracias a los retos medioambientales. La Fundación Ellen MacCarthur trabaja para acelerar la transición a una economía circular, y lo hace divulgando y apoyando los negocios que contribuyen a ello. El primer paso implica un ciclo de vida más largo para las prendas.
Ahí entran todos los negocios de recuperación, upcycling y segunda mano. Habló del nuevo segmento de segunda mano de Urban Outfitters, Urban Renewal, de la aplicación que causa furor entre los millennials, para vender y comprar ropa de segunda mano, DEPOP, del alquiler de ropa, con Rent The Runway o StyleLend; de programas de prendas recicladas como la nueva versión de Adidas Futurecraft; las Futurecraft Loop, especialmente diseñadas para que sean muy fáciles de reciclar; la chaqueta de Econyll de Napapijri, o los tejanos de Re/Done.
“En los próximos años, habrá más cambios en materia de sosteniblidad, que en los últimos cinco”. Luis Lara
Mesa Redonda: Cerrando el círculo para el negocio
Una nueva mesa redonda, esta vez moderada por Iria Pérez, editora jefe, de modaes. es, siguió profundizando sobre la circularidad en la industria de la moda. ¿Es posible?¿Cuando su aplicación será real? fueron algunas de las preguntas que se pusieron encima de la mesa. Resultó muy interesante el testimonio de Mariona Sanz, de Girbau, empresa de tintorería, que puso en evidencia como mejorar los procesos es clave para mejorar. ( Te hablábamos de ello en “Los peligros de lavar – compulsivamente – la ropa” y “Oda a la suciedad”), y de como su presencia es clave en esta nueva generación de negocios de ropa de segunda mano o alquiler: “Cuando construyes este modelo circular, tienes que lavar y de forma más eficiente. Queremos ayudar a la industria con nuestra experiencia”. Y señaló que en el futuro no tendremos máquinas de lavar individuales: “Se lavará en comunidad y con soluciones industriales porque es más eficiente”. Carlos Lahoz de Hp, hizo hincapié en como las nuevas generaciones no dan tanta importancia a las cosas sino, a las experiencias: “La sensibilización está empezando y es importante ofrecer soluciones. No hay que parar de consumir, sino consumir bien”.
Tamsin Lejeune, fundadora del foro pionero “Ethical Fashion Forum”, con mucha experiencia en el sector, se mostraba algo más escéptica: “Un reporte de Greenpeace señala que hay una contradicción con lo que dicen que están haciendo y con lo que se hace. dicen que están integrando la sostenibilidad pero a la vez invaden el mercado con productos. Ser 100% circular quiere decir que compramos menos ropa, que la mantenemos más tiempo…la moda debe perder el miedo y hechas mano de la creatividad para generar nuevos modelos de negocio que aborden los problemas del sector”. Para Lejeune, “nada de lo que hacemos nos está llevando a este futuro”. Por su parte, el consultor Luis Lara de Retalent Consulting, señaló que es ahora cuando llega la hora de la sostenibilidad: “Ha habido incremento de alarma, pero en los últimos años las prioridades eran otras: la crisis económica, la globalización, la digitalización…” Según él, en la próxima década, la sostenibilidad es la protagonista: “En los próximos años, habrá más cambios en materia de sosteniblidad, que en los últimos cinco. Una gran cantidad de clientes ya están preparados para pagar más si es sostenible”. Pero reconoce que no será un camino fácil, sobre todo para las grandes marcas: “Llevará más de una década ser sostenibles 100%”. A la vez pronosticó el gran crecimiento que vivirán los negocios basados en la segunda mano: “En la próxima década veremos más la cara B. Pararemos de comprar cosas que no necesitamos. Pensaremos más. No damos valor a lo que vendemos. Hay que hacer mucho trabajo en la industria para que las prendas recuperen el valor”.
“Somos responsables de lo que pasa y podemos hacer mucho”. Rosanna Orlandi
RoGuiltlessplastic de Rosanna Orlandi
La diseñadora y galerista italiana Rossanna Orlandi compartió su particular cruzada contra el plástico con su proyecto RoGuiltlessplastic, una iniciativa que empezó en una playa de Sardinia y que ahora premia a los proyectos de diseño que reciclen el plástico de forma más original. Con el objetivo de librar al plástico de la culpa: “es el uso y abuso lo que hace al plástico culpable”, nacieron los Ro Plastic Prize y otras iniciativas para involucrar al mundo del diseño a reusar el mayor número de plástico posible: “El futuro será interesante y diferente. Tenemos que ser conscientes y honestos ahora. Cada uno de nosotros somos responsables”.
“Si la humanidad se preocupa sobre el futuro, lo debe hacer la moda” Sarah K Arnold
Moda, vamos a decir la verdad: Estamos en crisis
Sara K Arnold, la ex-diseñadora, activista y propietaria de Higher Studio, uno de los primeros negocios de alquiler de moda contemporánea, aportó las mayores dosis de activismo de la jornada en la última ponencia.
Después de una colección de buenas intenciones por parte de diferentes agentes de la industria, Arnold hizo una llamada a la acción para recordarnos que nos quedan doce años para rebajar las emisiones y evitar así un futuro catastrófico para nuestros hijos. “El gasto 0 no es suficiente. Usemos la cultura de la moda para decir la verdad sobre esta emergencia”. Arnold es una de las activistas detrás del colectivo #BoycottFashion que pidió la cancelación de la última Semana de la Moda de Londres: “Necesitamos cambiar la conversación. En 2020 los deberes tienen que estar hechos, y las semanas de la moda siguen como si aquí no pasara nada”. ¿Se preocupa realmente la moda sobre nuestro futuro? cuestionó. Para preguntarse a continuación: “¿Qué es la moda? Es parte de nuestra cultura y existencia. La industria de la moda es otra cosa, es vender ropa. Si la humanidad se preocupa sobre el futuro, lo debe hacer la moda. Sostenibilidad tiene que ver con sostener la vida en la tierra. ¿Nos preocupamos por la industria de la moda o por nuestro futuro?”.
Arnold apuesta por una cultura de REGENERACIÓN y READAPTACiÓN y invitó a los presentes a sumarse a su último reto: no comprar ropa en un año para centrarnos en lo que es necesario. De este modo, Arnold pide decir adiós a una moda que sólo se preocupa del ego y el estatus, para abrazar a una que se preocupe por nosotros: “una moda que piense de forma colectiva en lugar del interés propio”. Una moda que no contamine, que sea regenerativa y que se preocupe realmente por lo que pasa en el mundo: “Si hay una emergencia, debes actuar como si la hubiera. Hay que actuar AHORA” exclamó.